LOS OTROS MDQ

     E l himno que los representa es un grito de auxilio que desgarra las entrañas mismas de la condición humana, quien lo escucha no puede dejar de repetirlo: “vienen llegando… van caminando… son los chicos del pueblo quieren vivir…”. Los Chicos del Pueblo es una organización que data de más de quince años y claman nada menos que por el derecho de los chicos, de nuestros niños, a VIVIR.       “Venimos para reclamar que los chicos no se mueran de hambre, porque el hambre es un crimen” explicó Marcos con firmeza y una sonrisa en los ojos capáz de derrumbar mil ciudades… Toda su inocencia y la de cientos de seres que no superan el metro y medio de altura se desplegó una vez más por las calles de Mar del Plata el pasado viernes 28 de mayo para colmarla de color, juegos, risas, muñecos, bailes y pancartas repletas de dibujos.       Marcos viajó desde José C. Paz y pasó la noche en el micro junto a decenas de amiguitos de diferentes Centros Asistenciales, Apoyos Escolares y demás org

Hoy es el día de la escarapela –viste que nos enseñaron eso de las cintitas celestes y blancas que repartieron French y Beruti, dos argentinos que ya la tenían claro con eso del merchandising- pero, aunque esa historia no es real y se trata de un símbolo más profundo, el 18 de mayo marca el comienzo de la SEMANA DE MAYO. Y hoy, justamente hoy, a los diarios se les dio por reproducir en primera plana una noticia del fin de semana, que además de vieja, tira por el piso todo lo demás, por su propio peso en sí. Es que resulta que porque a Andrés Calamaro se le ocurrió abrir la boca en un recital y desbordar simpatía en el hermano país del Uruguay y el muy divino embajador argentino dijo que los asambleístas de Gualeguaychú que mantienen cortado desde hace años el puente que une Entre Ríos con Uruguay, para impedir que la pastera Botnia (hoy se llama UPN de Fran Bentos) contamine esa zona de nuestro bendito país que oh casualidad está inmerso en el planeta tierra en el que todos estamo

      Con el frío en cada rincón de su cuerpo tiembla de manera incontrolada. Estuvo 15 minutos en el asfalto bajo la lluvia torrencial hasta que la ambulancia la trasladó al Hospital Regional de Mar del Plata. Libertad y Uruguay fue donde derrapó su moto cuando se dirigía al trabajo y la sorprendió el agua y la imprudencia de un auto que se detuvo en plena avenida.       Hace tres horas que espera en un pasillo de la guardia junto a otras personas. Tiene la fortuna de contar con una ART además de una obra social. Sin embargo las primeras atenciones las padeció como cualquiera. La espera en el frío de sus ropas mojadas, la falta de respuestas de sus piernas, el traslado solitario hasta la sala de radiografías sin camillero sólo con la ayuda de un familiar o alguna alma caritativa…       El cuadro hasta aquí descrito pertenece a mi hermana pero ojala se limitara al edificio público. En el Hospital Privado de Comunidad la atención no fue muy diferente. El contraste sí se vio en el tr