El otro mar...

Santa Clara es hace años un mar de sueños. Descanso, paz, sociego para algunos, oportunidad laboral, inversión, crecimiento para otros. Conjugados los deseos de unos y de otros la "villa balnearia" de antaño se transforma cada año en una incipiente localidad colmada cada vez más de alternativas y oportunidades.
En breve la doble vía Mar del Plata - Santa Clara generará un punto de inflexión simbólico que marcará el esfuerzo que estos últimos cuatro años han realizado los diferentes actores sociales, del orden público y privado.
En los últimos años los balnearios renovaron sus contratos de concesión con una cláusula inteligente que los compromete a recomponer su infraestructura y brindar servicios acorde al nuevo modelo comunitario. Piletas, construcciones de material, condiciones de seguridad son algunos de los puntos que se reforzaron y el resultado dio frutos de inmediato.
La inversión inmobiliaria hizo su apuesta y ganó cubriendo sus plazas a pleno. Los precios de las propiedades se incrementaron a medida que los servicios llegaron a los diferentes barrios. Sin lugar a dudas el municipio de Mar Chiquita tuvo mucho que ver en esta apuesta de desarrollo.
El deseo de los que amamos Santa Clara es seguir viéndola crecer, sin perder la calidez y la solidaridad típicas de la zona. Solidaridad a la hora de colocar los precios, con valores "familiares", entre otros elementos que hicieron que durante muchos años generaciones enteras la prefirieran, la eligieran por encima de la belleza natural o la moda que ofrecían otros sectores costeros como Villa Gesell, Pinamar.
En este punto, clave con la cual se ha sustentado la vida balnearia de Santa Clara del Mar, se debe trabajar también con una apuesta en conjunto entre los sectores todos: públicos y privados.
Triste sería que ahora se apunte a convertirla en un lugar selecto con precios inaccesibles que sirvan de filtro para mantener un determinado número de visitantes. Sería como privatizar ese pequeño paraíso que albergó a familias enteras como un legado generacional: un mar no de modas, no de ruidos estridentes, no de luces... de cosas que se sienten, otro mar.

Comentarios

  1. Y, bueno... en una de esas, ahora va Ricky Fort, y PUMMM! para arriba!

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  2. Siempre seré su seguidor , pués desde tiempo la aprecio y mas ,Ud. lo sabe. Ahora , si me acepta, tendremos contacto y sino, la seguire admirando.
    Esto es obra de su foraleza, la creatividad, y de sus debilidades , decir la verdad. Adelante... con fuerza .
    La admira Dn . Carlos.CMS

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  3. eso fue una declaración de amor?

    Bueno con respecto al post debo decir que estuve hace poco tiempo en santa clara en pleno invierno y el panorama que me encontre era algo desalentador. Falta de trabajo para sus habitantes y carencias de todo tipo, creo que le falta muchisimo para crecer y mejorar.

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