A RIESGO DE VIDA... ENSEÑAR EN PANDEMIA
“Están prohibidas las
reuniones de más de diez personas y en la escuela somos 500 cerrados durante cuatro
horas”, afirma María, directivo de uno de los establecimientos de jurisdicción
provincial. Preocupada porque “la pandemia generó un atraso significativo desde
lo más básico y se evidencias serios retrasos educativos”.
Las burbujas y alternancias
de presencialidad no llegan a cubrir los distanciamientos cuando la comunidad
educativa es populosa, en un sistema sobrecargado históricamente. A todo esto
se suma el frío, en una necesaria ventilación y en instalaciones que llevan
años en espera de soluciones a diversas falencias edilicias.
Conectividad
La falta de conectividad es
lo que marca la diferencia “si se hubieran continuado los programas de
informatización que comenzó con las escuelas secundarias, hoy podríamos tener
las herramientas para llevar a cabo una alternativa de educación diferente
-sostiene la docente con más de veinte años de carrera- los docentes también
tendrían la capacitación necesaria”.
El balance negativo de las
consecuencias del 2020 es una de las herramientas que utilizan los impulsores
de la apertura de los establecimientos educativos. “Es que las comunidades más
carenciadas directamente no tuvieron escolarización, porque no tuvieron
posibilidades de acceder a ningún tipo de conectividad. Tampoco es muy efectivo
con los que la tienen: es sumamente difícil contactarlos, comprometerlos,
estimularlos desde la virtualidad”.
Presencialidad, condiciones y riesgos
El intendente Guillermo
Montenegro expresó ante los medios su disconformidad por el
pase a fase 2 de la
ciudad por parte del gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof.
Criticó el cierre de las escuelas y afirmó que “no hubo ningún caso en los
establecimientos”.
“Las cifras oficiales están, pero no son de público conocimiento -explica María- como directivos tenemos la orden de elevar cada caso y darle seguimiento (División Salud Escolar y Educación para la Salud, área epidemiología MGP)”. La página de la Secretaría de Asuntos Docentes (SAD) parece un muro de lamentos en los últimos días. En su cartelera de noticias las últimas semanas prevalecen las salutaciones por docentes fallecidos.
Urge un replanteo
educativo con políticas que concreten opciones constructivas. La “nueva
realidad” requiere un esfuerzo en conjunto que garantice la educación como base
fundamental de la construcción social. En un ambiente “saludable”, “seguro”, “responsable”. “Invertir” en el futuro con una plan de
acción y dejar de una vez de improvisar enviando al matadero a un cuerpo
docente tan afectado en la incertidumbre de esta situación límite como lo está
la sociedad en pleno.
Tal vez hasta es la
oportunidad de apostar a una reformulación del mismo sistema educativo,
adaptado a la realidad de la Argentina y sus diversidades territoriales (y no
como otrora con la copia de modelos caducos extranjeros).
CH. Z.
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