NO MOLESTAR, SILENCIO HOSPITAL


      Con el frío en cada rincón de su cuerpo tiembla de manera incontrolada. Estuvo 15 minutos en el asfalto bajo la lluvia torrencial hasta que la ambulancia la trasladó al Hospital Regional de Mar del Plata. Libertad y Uruguay fue donde derrapó su moto cuando se dirigía al trabajo y la sorprendió el agua y la imprudencia de un auto que se detuvo en plena avenida.
      Hace tres horas que espera en un pasillo de la guardia junto a otras personas. Tiene la fortuna de contar con una ART además de una obra social. Sin embargo las primeras atenciones las padeció como cualquiera. La espera en el frío de sus ropas mojadas, la falta de respuestas de sus piernas, el traslado solitario hasta la sala de radiografías sin camillero sólo con la ayuda de un familiar o alguna alma caritativa…

      El cuadro hasta aquí descrito pertenece a mi hermana pero ojala se limitara al edificio público. En el Hospital Privado de Comunidad la atención no fue muy diferente. El contraste sí se vio en el trato de camilleros y enfermeras que en el privado trabajaban con esmerada dedicación, pero la sensación de incertidumbre, la frialdad, la falta de respuestas o de un simple diagnóstico profundizaban el malestar físico.
      Los médicos allí pasaban en ronda una vez al día entre las 7 y 8 de la mañana. Ninguno se hacía cargo de su lesión y sin pronóstico estuvieron por darle de alta más de una vez. La insistencia familiar, la intromisión de conocidos, hizo que además de las 9 radiografías que no mostraban lesión se accediera a una resonancia magnética que al fin dio a luz la quebradura de dos vértebras, en el sacro y el coxis. Esto se cuenta hoy pero para tener una voz idónea con los resultados concretos pasaron seis días.

      Una de las profesiones más loables y admirables es la del médico, en todas sus ramas y especialidades. Tratar con la vida y la muerte. Tener en sus manos la calidad de vida de las personas implica de manera indiscutida una responsabilidad, una formación, una vocación muy particular.
      Sin embargo hay instituciones que convierten esa vocación en un trámite, la lección del día, un papel que apenas miran, una estadística. Una vez el pediatra de mis hijos me dijo: “para la madre ese uno por ciento es el ciento por ciento”… y eso es lo que olvidan. El ser humano que espera una respuesta, una indicación, una p a l a b r a.

      Los últimos días ya era una piltrafa, ni siquiera comía, lejos de ayudarla la internación, la frialdad, la estaban devorando. La sacamos y en casa esta genial y recuperándose llena de vida en sus ojos y color en sus mejillas… no hay como la calidez del hogar, pero el hospital público o privado debería bregar un poco más por la salud en todo el término de la palabra. Dejar de lado el librito con las instrucciones, mirar al paciente a los ojos, darle la mano, escuchar, hablar.

Comentarios

  1. Buena tu nota.
    La ciencia cuando se deshumaniza pierde la razon de ser.
    Servir al hombre

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  2. Hola a todos los que lean esto!!! La verdad es que tengo sentimientos encontrados acerca del Hospital Regional de Mar del Plata. Mi primera experiencia data de mi adolescencia cuando después de chocarme un perro con la bicicleta, mis viejos me llevaron al HR y me tuvieron esperando casi 4 horas para que después el medico de guardia me diga que solo era un golpe, ya que tenia una terrible inflamación en la muñeca derecha producto de la caída. No se si tenía Rayos X en los ojos pero la cuestión fue que la inflamación no se me iba y cuando fui a otro nosocomio me diagnosticaron una lesión aguda en la mano. Pero bueno eso fue hace bastante y mis otras experiencias no fueron tan así. A uno de mis familiares lo operaron de 3 Bypass y le permitieron seguir en esta vida vivito y coleando cuando en modernos hospitales privados de Bs As le decían que no tenía muchas posibilidades y además le cobraban sumas siderales. Otra experiencia grata fue cuando uno de mis primos tuvo un accidente en un taller mecánico y se quemo un 40 % del cuerpo. La verdad llego bastante mal pero ahí lo trataron con un profesionalismo único y le salvaron la vida. Creo que voy a estar agradecido de por vida con esa gente. Y si, esos días que pase en vela a la espera de buenas noticias acerca del estado de salud de mi familiar vi cosas terribles que no podían creer que estaban pasando en un hospital. Vi un hospital sucio, falto de insumos y colapsado por la carencia de la totalidad personal necesario. Posiblemente si llegar al HR con un resfrío te morís seguro, pero si tenes algo heavy te mandan ahí por mas que tengas RT u obra social. Pero de quien es la culpa? No creo que sea culpa de los que allí trabajan. No será culpa de un gobierno de turno que no invierte un solo centavo en Sanidad publica? Obvio que tampoco invierte en seguridad y mucho menos en educación. Seguramente el dinero que debería ir a los hospitales y escuelas termina en los bolsillos de los que administran los Planes Descansar. Abrazo a todos

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  3. esta claro que los mejores profesinales estan el hr.Pero esto contrasta con la desidia que reina en nuestro país: la falta de insumos básicos, de personal hacen que la institución esta inmersa en un estado crónico de crisis funcional.

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